Entramos en una nueva era, llena de cambios sociales y culturales, que influyen en la gastronomía. Una sociedad más informada, curiosa y que ha viajado, es la que visita hoy en día los restaurantes los restaurantes. Sin embargo, en ella conviven 6 generaciones como consumidores (Seniors, Baby Boomers, G-XX, Millennials y Centennials), con la pronta incorporación de la Generación Alfa.

Comer fuera de casa es un deleite de sensaciones y sentimientos que nos invitan a desconectarnos de la rutina, a transportarnos a otro lugar o época o simplemente a explorar. Por ello, los restaurantes deben seguir apostando a diseñar experiencias multisensoriales, sociales y emotivas.

Los diseños de restaurantes planos y sin identidad no tienen cabida en la actualidad. Además de una dirección de negocios estratégica, la especialización en procesos y manejo de tecnología culinaria y el desarrollo de recetas con nuevos alimentos, las empresas gastronómicas deben ofrecer una experiencia de cliente diferencial y poner foco en vivencias personales.

Ya no se venden productos y servicios se venden experiencias, que multipliquen el nivel de satisfacción y fidelización del cliente.

La cadena hotelera Moxy perteneciente a Marriott ha entendido que para diferenciarse hay que vender una experiencia a través del diseño funcional, social, urbano y abierto las 24 horas de día para ofrecer un servicio enfocado en el cliente.

Hay restaurantes que se han convertido en lugar de peregrinaje de “trabajadores nómadas”, un nuevo concepto de economía colaborativa, que ofrece instalaciones y servicios que se adecuan a las necesidades de estos clientes. Bowl Bar, en Madrid es un local pensado y diseñado para ofrece run espacio meeting, abierto con espacios de sofá para pasar horas, con muchas mesas bajas, enchufes para cargar los ordenadores y una oferta gastronómica que comprende todas las horas del día.

El éxito de un restaurante pasa por la diferenciación y no necesariamente tiene que ser siempre cambiar la carta o mejorar la decoración. Tus clientes tienen que percibir tu negocio. El cliente ya no busca solo la marca, sino lo que ella desprende y como se relaciona.

Valora si la experiencia que das en tu restaurante es única e irrepetible.